Tuesday, July 11, 2006


13. UNA CASA EN LA CALLE MALLÉN

(EMITIDO EN PROTAGONISTAS SEVILLA - PUNTO RADIO, 93.0 FM- EL SÁBADO 27 DE MAYO DE 2006)


Muy buenas tardes. Hoy comenzamos nuestro paseo en la trastienda de Sevilla: calle Mallén, espaldas de Luis Montoto. Visitamos una preciosa exposición de pintura de un vecino en el Centro de Salud. Enhorabuena, Manolo.

Destaca del lugar una manzana de bloques en semicírculo con salida hacia la Avenida de Kansas City, como una Oxford Street a la sevillana; diseño de los Sesenta, balcones endebles, pajariles, y altos bloques de pisos. Madres con infantes llorando a mares al salir tras ser vacunados en el centro de salud, vecinos comprando en la frutería del barrio, un bazar y dos o tres bares, es decir, una calle normal. Entro en uno de esos templos de la sabiduría callejera y pido una cerveza. Despliego mi diario para informarme sobre la corrupción marbellí: Roca se hizo hace un par de años con la propiedad de una preciosa casa en la Avenida de la Palmera que la ciudad donó a la viuda de Aníbal González.

Salgo del bar tras el aperitivo para contemplar un bello espejismo urbano: al final de la calle, completamente rodeada por los altos bloques de pisos que forman el paisaje del lugar, aparece una casona recubierta de tejas en cruz latina, con hileras blancas y azules. Una fachada que juega con la cal y los ladrillos vistos con figuras geométricas. Amplios jardines rodean esta preciosa villa superviviente de otros tiempos: algún pino, dos abetos altísimos oxgenan a sus habitantes del tráfico fluido de la zona y un impasible labrador negro que no hace gala en absoluto del cartel que nos preivene sobre su fiereza.

Vuelvo a abrir el diario para contemplar su asombroso parecido con la casa de la Avenida de la Palmera. Una señora, al verme husmear tanto tiempo se acerca a mí. Le explico toda la historia, y lo sorprendido que estoy de encontrar este bello oasis entre tantos bloques de pisos. Inmediatamente me informa de su genealogía: ella es tataranieta de Aníbal González, y en la cas vive su abuela, en los terrenos de una finca muy a las afueras de la ciudad.

Continúo mi paseo con sentimientos confusos: siento pena al comprobar que sea noticia local que la casa de su viuda en la Palmera haya sido confiscada al cerebro de la trama de corrupción marbellí, pero pienso qu el mejor modo de honrar la memoria de Don Aníbal González es velando por el patrimonio que nos legó a todos los sevillanos. Por eso mismo no logro entender por qué este Ayuntamiento, la Junta o quien corresponda sean incapaces de restaurar de una vez y en condiciones nuestra querida Plaza de España.