Monday, July 17, 2006


19. PLAZA DE LA ALIANZA

(EMITIDO EN PROTAGONISTAS SEVILLA -PUNTO RADIO; 93.0 FM- EL SÁBADO 15 DE JULIO DE 2006)


Buenas tardes, hoy hemos iniciado bien temprano nuestro paseo. Nos acercamos al Barrio de Santa Cruz. Comenzamos por su refrescante Callejón del Agua, pasando por la Plaza de Doña Elvira hasta desembocar en la Plaza de la Alianza.
Me siento en los veladores del Café Alianza escuchando casi todos los acentos europeos y alguno asiático o americano. Tengo enfrente el retablo del Cristo de la Misericordia, en un azul profundo, armónico, para una plaza en absoluo equilibrio con todo su entorno, incluso en su bello, evocador y eterno nombre.
Plaza de la Alianza, siempre en el murmullo de su fuente, con cuatro caños breves de leve y sonoro recuerdo árabe. Plaza de la Alianza, de callejón sin salida con antiguos naranjos, trino de pájaros y vecinos estoicos. Plaza de la Alianza de fachada burdeos, donde un extraño americano iluminado lo dejó todo por la llamada "fiesta" y la pintura. Plaza de la Alianza, en recogimiento de tarde de Martes Santo. Plaza de la Alianza, nombrada así durante siglos, con referencias filosóficas, religiosas, de unión, solidaridad y sonoro verbo.
Todos mis respetos a una figura como la de Indalecio Prieto, merecedor de cualquier calle nueva, pero no de este sitio, en una usurpación de un lugar tan bello llamado Plaza de la Alianza, al que desembocamos tras pasar por Aire, Agua y Doña Elvira. No se entiende el sentido del cambio: este nombre es tan integrador que hasta puede recordarnos a algunos la Alianza de Civilizaciones de nuestro presidente Zapatero.
El régimen de la alianza municipal entre PSOE e IU ha cometido un error histórico garrafal; sólo están imitando lo que hizo el régimen franquista en nuestra ciudad: cambiar el nombre de sitios emblemáticos con fines partidistas. Pero el pueblo es tozudo ante triunfalismos y manipulaciones tan evidentes. Recordemos: a nuestra metrocéntrica Avenida, el régimen fascista rebautizó como Avenida José Antonio Primo de Rivera, y el pueblo la siguió llamando La Avenida. La trasera del Ayuntamiento fue rotulada durante decenios como Plaza de San Francisco. El inconsciente ciudadano sigue conservando memoria de las puertas perdidas de Sevilla en el siglo XIX. Incluso, se han rotulado con acierto algunos lugares con nombres como Puerta de la Carne, o Puerta de Carmona.
Por eso mismo, señores munícipes gobernantes: impóngannos ustedes con su escaso diálogo el ficticio rótulo que quieran: no podrán evitar que el pueblo siga llamando a ese mágico rincón al que se accede tras Aire, Agua y Doña Elvira, con su verdadero, secular y bello nombre. Todo lo más es que, pasados los años, haya que volver a rotularlo como siempre, como lo va a seguir llamando la gente: Plaza de la Alianza.