Thursday, July 06, 2006


5. LA ISLETA DE LOS PÁJAROS

(EMITIDO EN PROTAGONISTAS SEVILLA -PUNTO RADIO -93,0- EL SÁBADO, 11 DE MARZO DE 2006)


Buenos días, hoy El camiante tiene prisa por llegar a su destino, y además está preocupado. Por ello, pasa con urgencia por el parque del Prado, o uno no sabe si rebautizarlo como SANT SABASTIAS PRATER, como un espejismo vienés. Con su nueva mole circular ha variado la línea de cielo de la ciudad, haciéndonos comulgar a todos con una gigantesca rueda de molino en forma de noria panorámica.

Por hoy no tengo tiempo para más planteamientos, aunque anuncio que no pienso subirme. Al Caminante le gusta sentir las pisadas de sus mocasines sobre el suelo: las alturas son para Hermano Pájaro.

Además, quizás desde arriba no lleguen a divisarse los restos del oxidados del tren monorraíl de la Expo, que yacen a ras de tierra en la Avenida Américo Vespuccio, muy cerca de los telecabinas, que tantos políticos locales prometieron volver a poner en funcionamiento.

Deseémosle mejor suerte a este artilugio de la que tuvieron sus antecesores, y crucemos hacia nuestro destino, situado en el corazón del Parque de María Luisa. Al visitar este símbolo de nuestra ciudad, siempre me produce la misma sensación de desasosiego: pasa sin solución de continuidad del cuidado al abandono, como si no fuese posible mantenerlo siempre en el estado de dignidad que merece.

Hoy no hay lugar para inspeccionar su estado con calma. He llegado a la Isleta de los Pájaros: el parque sólo puede estar triste. No ha sido posible una última visita: se los han llevado a casi todos. Aparte de los pavos reales, sólo queda una pareja de pequeños patos silvestres y un ganso blanco.

No he llegado a tiempo para despedirme de ti, pequeñina y descarada patita silvestre; con tu revoleo de pico sobre el agua, te imponías a tus vecinos, que pretendían arrebatarte los altramuces que tantas veces te arrojaron mis sobrinos. O vosotros, tímidos cisnes, siempre distantes y alejados del famoso clan de los gansos de la Isleta bajo el puente.

Por favor, que vuelvan pronto nuestros queridos vecinos. Vacunandlos sin alarmar, y si llega tarde o temprano la gripe aviaria, cuidémoslos para evitar que se contagien. Pero si como parece, la muerte de los patos del parque de los Príncipes no se debe al temible mal, devolvámoslos a su entorno lo antes posible, y aprovechemos la ocasión para adecentar y limpiar sus estanques.

Y es que no nos enteramos: que el genoma humano y el del ratón son iguales en un 98 por ciento, y que vamos todos en el mismo barco. Y si no, que se lo pregunten a Noé.